Tormentas
Mientras daba un paso para acercarme a la cerradura de la puerta pude escuchar como mi pie se posaba sobre un charco. Al mirar directamente a mi pie derecho y gracias a la luz de la entrada pude incluso ver mi reflejo sobre el agua estancada.
Por un segundo mi mente se puso a correr todos los posibles escenarios que pudieran haber generado ese charco. ¿Habrá sido acaso una gotera? ¿Quizá había sido una tubería? O quizá mi perro había tenido un accidente cerca de la puerta, pero era demasiado líquido para que ese fuera el caso.
Al entrar a casa rápidamente me dí cuenta de que solo era agua ¿Pero cómo lo había olvidado? Lo había escuchado toda la semana y aun así había olvidado la gran tormenta que venía en camino. Entre trabajos y escuela me había desentendido las advertencias de fuerte lluvia de esta tarde y para que mi perro pudiese tener algo en qué distraerse le había dejado la ventana abierta.
Qué gran error pues esa fue la invitación perfecta para que galones de agua entraran sin parar durante horas mojando gran parte de la sala. No quedaba mucho por hacer. Tendría que limpiar y asegurarme que todo estuviese cerrado pues al parecer lo peor no había pasado aún. Para mi suerte mi pérdidas no pasaron de una alfombra dañada y un par de horas limpiando y secando. Según las noticias la ciudad había recibido la peor parte. Qué bueno que hoy tengo el día libre, pues quién sabe si hubiese podido regresar a casa.
Antes de dormir como ya era costumbre puse un rato las noticias simplemente para tener algo de ruido, como ya era costumbre empecé a escuchar sobre el clima de los proximos dias y como a pesar de la dura lluvia los proximos dias serian algo mas tranquilos que en este alocado día de Septiembre. Tan grande fue mi sorpresa al escuchar cómo un apartamento en el piso subterráneo de Brooklyn se había inundado completamente de una manera tan repentina que tomó la vida de una familia. Para mi esta tormenta no había traído más que un poco de agua y unas pequeñas inconveniencias. Desafortunadamente para esta familia esta tormenta significaba una inundación repentina donde cientos de galones entraban sin parar a su apartamento directamente desde la calle lo que más tarde les arrebataria cualquier posibilidad de reaccionar y ponerse a salvo.
A la mañana siguiente, como bien lo dicen, después de la tormenta vino la calma. Decidí salir y caminar para ver qué había pasado a los alrededores. Algo inusual para mi rutina, pero bueno ya que mis clases se habían cancelado qué más podía hacer sino tratar de hacer algo productivo ese día. La ciudad se había paralizado, las estaciones estaban inundadas, los trenes detenidos. Incluso había gente que, atrapada bajo las repentinas inundaciones, había tenido que pasar la noche durmiendo en el tren. Mientras caminaba por una de las calles principales veía como a lo lejos había un gran charco de agua que parecía provenir del río cercano. Entre el agua y se encontraban varios carros que parecían abandonados, quizá esos individuos no corrieron con mucha suerte y quedaron atrapados cuando ese río se desbordó?. En cualquier caso, el agua parecía llegar por arriba de la puerta.
El tráfico era casi insoportable, algo que era muy poco común por mi área. Pero al parecer el cierre del parkway cercano había hecho que estos carros buscarán una ruta alternativa. Intrigado en saber qué había pasado en aquel parkway decidí ir a ver cuál era la situación. Caminé hacia un puente donde se podía leer WAKEFIELD AVENUE. Lo que alguna vez podía haber sido considerado un océano con intensas olas de metal de varios colores moviéndose de un lado a otro, ahora más bien parecería un extenso pero calmado mar sin olas pero con nada más que agua estancada. No importaba hacia qué lado del puente mirase, lo único que mis ojos lograron ver era agua por todas partes, lo que alguna vez habían sido carreteras ahora no era más que una extensión al río. Era imposible ver dónde empezaba y dónde terminaba el río. La lluvia había llegado con tanta fuerza que se llevó todo a su paso, el sistema de drenaje no era capaz de soportar dicha tormenta. El agua parecía más bien salir desde debajo de la tierra que estar entrando, pues sin importar a donde mirase era difícil no ver el desastre que había generado. Vidas fueron arrebatadas ese día, inundaciones repentinas habían tomado la vida de aquellos que desafiaron la tormenta, muchos perdieron pertenencias irremplazables. Hogares fueron dañados y con ellos la tranquilidad de miles, sus recuerdos y su esfuerzo: todo se lo llevó el agua en cuestión de segundos.
Celeste
Solo y desesperado me encontraba antes de conocernos. Me es incluso imposible recordar quién era antes de ti. Había escuchado por mis amigos que tú eras especial y capaz de cambiarle la vida de cualquiera al que tú te le pusieses enfrente. Desafortunadamente yo no fui la excepción, tu aparente cariño y forma de protegerme me hizo rápida y ciegamente creer en ti. A darlo todo sin pensar en las consecuencias. Mis amigos me decían que estaba mal y que debía decidir quién yo era por mi mismo, pero decidí ignorarlos y creerte. Mi obsesión por ti llego a un punto en el que todo lo que era y lo que pude llegar a ser se destruyó, pues en aquel momento me parecía ilógico que alguien tan bueno y que me amase tanto como tú podría llegar a ser cruel y destruir mi vida si no cumplía cada una de sus peticiones.
Aun recuerdo el día que te conocí, a lo lejos llegué a ver tu silueta mientras una hermosa melodía sonaba en mi cabeza. Desde ese momento me sentí completo y me di cuenta de que debía estar contigo. Ante los demás siempre me fue fácil poder mostrar una relación perfecta, ante los ojos de los demás éramos un modelo a seguir. Tristemente la realidad era muy diferente en casa. No podía dejar de sentirme culpable por todas las cosas que debía dejar de hacer o por todas aquellas que debía empezar a hacer solo para mantenerme en paz contigo y conmigo mismo. Me prohibiste escuchar a mis grupos de música favorita argumentando que no era más que música mundana que no le hacía bien a mi alma. Mis amigos y todas aquellas cosas con las que encontraba algún tipo de placer y alegría fueron arrebatadas de mi vida sin siquiera poder elegir si así yo lo quiera. Tus estrictas reglas, y constantes restricciones me hacían creer que me ayudarían a crecer como individuo. Todo mi esfuerzo y toda mi entrega fueron en vano. Te lo di todo, todo lo que fui y todo lo que podría ser. Sin embargo tu me pagaste con traición, una vez que conseguiste todo de mi te fue fácil dejarme y enfocarte en algo más, argumentando que tu trabajo conmigo estaba hecho. Hasta este día no se realmente si lo que me hayas dejado fue lo mejor o lo peor que me haya pasado.. Pues a pesar de todo siento que aun te extraño.
De igual manera sería muy injusto decir que todo lo que me enseñaste fue negativo, pues también me enseñaste a ser compasivo, y a comprender a los demás. Nuestro tiempo juntos, aunque me cueste admitirlo, fue una etapa de crecimiento. Una etapa en la que pude descubrirme a mí mismo, pero ya sabes lo que dice, solo te encuentras cuando estás realmente perdido.
A pesar de todo, nunca pude llegar a sentirme comprendido por ti. Quizá no todo lo que me ofreciste fue bueno, pero era demasiado incrédulo para darme cuenta. Hoy que te marchas de la misma manera en que llegaste, sin pedírtelo y sin mayor esfuerzo, sé que te vas, pero no me dejarás en paz. Sé que intentaras regresar quizá con otro nombre, otra personalidad, o otro propósito. Pero ten por seguro que esta vez estaré listo para pensar por mí mismo y decir que tal vez ya no te necesito. Aun así, quiero darte las gracias por haberme ayudado a crecer, pero ambos sabemos que es tiempo ya de que vayas a cambiarle la vida a alguien más.
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